NECESARIOS…TODOS

Rafael Mingo

Qué sería de una sinfonía donde alguna de sus notas se suprimieran o qué sería de un libro donde un conjunto de palabras de un manojo de hojas se borraran, que sería del océano si los ríos no aportaran sus caudales. Todo en el universo es necesario y todos los individuos en las sociedad, somos necesarios.

La discapacidad también es necesaria y por eso se sigue investigando y tomando decisiones importantes para este colectivo. Lo investigado hasta el momento es mucho e importante pero el camino recorrido hacia la integración e inclusión de este colectivo es aún escaso.

Durante gran parte del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI, las investigaciones se han centrado de manera especial en la educación de los alumnos con discapacidad y muy particularmente en el aprendizaje de la lectura, escritura y del lenguaje, pero sin embargo se han obviado aspectos relacionados con el empleo, las relaciones sociales y la vida independiente de estas personas y sobre todo y lo que es más importante, el mundo de la discapacidad, casi siempre, ha estado al margen de todas estas investigaciones.

Es deleznable desde un punto de vista ético, que no se trate de conocer, fundamentalmente de los propios interesados, es decir, los discapacitados, cuáles son sus necesidades, aspiraciones e intereses y como no, cuáles son los escollos con los que se han de enfrentar cada día y las barreras que la sociedad levanta alrededor de este colectivo, restringiendo de manera importante las posibilidades de llevar y realizar una vida digna, como la de cualquier otro ciudadano.

Se hace necesario cambiar las directrices y el enfoque de las investigaciones sobre discapacidad para que los resultados se hagan más visibles. Sería recomendable contar con todas aquellas personas que de una forma u otra están inmersos en el mundo de la discapacidad y me refiero a las familias, profesionales, voluntariado y por encima de todo, contar con los propios afectados, hasta ahora, los más marginados en todo el proceso de la investigación junto a la población en general, ésta, también cuenta o debería contar. 

Se han eliminado muchas barreras arquitectónicas, quedan por derribar muchas más en los recorridos urbanos en general. Se están eliminando las barreras de accesibilidad al transporte público, a los medios de comunicación, a las nuevas tecnologías y tantas y tantas barreras que el mundo de la discapacidad encuentra a su paso, pero, queda por eliminar la más importante de las barreras, aquella que impide a los discapacitados desarrollar una vida plena, EL COMPORTAMIENTO CÍVICO de las personas normalizadas.