miércoles, 5 de octubre de 2011

EDUCACIÓN COMO PRINCIPIO

Rafael Mingo

Tomar la decisión y tener la oportunidad de contemplar la vida desde una perspectiva diferente te permite descubrir un montón de nuevos amigos. Personas a las que cada día puedes ayudar a ser más felices y también acercar a la consecución de sus sueños.

Al ponerte en el lugar del otro, de aquel que no tiene piernas o de esa otra persona cuyos ojos no pueden ver, o cuyos oídos no perciben el sonido o…, tantos y tantos casos, comenzamos a entender las tremendas dificultades del día a día de este grupo de personas.

Uno puede suponer que, ante tantas dificultades, el discapacitado pueda sentir un inmenso deseo de arrojar la toalla. No es así. La persona con discapacidad, regla general, es alguien luchador que siempre busca superarse a sí mismo. Es emprendedor y suele realizar múltiples actividades a lo largo del día. No se detiene con facilidad ante las dificultades, y cuando se propone conquistar algo lucha y lucha hasta lograrlo. Muchos de ellos, la mayoría, cumplen al ciento por ciento esa frase que dice: “Si me pides que llegue a la cima de una montaña, sólo muéstrame el camino”. Este es el mundo de la discapacidad que yo conozco.

Indudablemente, las personas con discapacidad tiene algunas limitaciones (¿y quién no las tiene?), pero es igualmente cierto que poseen habilidades, destrezas y potencialidades que las hacen merecedoras de la inclusión social y no precisamente de la exclusión. Son, sencillamente, personas que buscan los mismos derechos que tienen todos aquellos que integran el mundo denominado normalizado. Ellos, como todos, necesitan su espacio, y corresponde a toda la sociedad  ayudarles para que lo conquisten.

Puedes experimentar por unos momentos que no tienes piernas o simplemente que tus capacidades intelectuales no son las adecuadas; imagina por un momento que no oyes o que no ves. Sería  conveniente que realizaras alguna práctica en tu casa con alguno de estos ejemplos y te pusieras en el lugar de ellos. Muchos son los que han entendido el mundo de la discapacidad al realizar alguna de estas propuestas.  

La comprensión, la aceptación, la sociabilidad, son valores  necesarios en el ser humano, valores que los padres deben fomentar en sus hijos, pues son la base para construir una sociedad de mayor calidad en la que todas las personas sean tratadas por igual. Aplaudo las iniciativas  que luchan para que los niños aprendan a comprender y aceptar a otros niños, sin que les importe la discapacidad que sufren ni, por supuesto, su religión o raza. Educar a los niños en el  respeto y la aceptación del otro, sin barreras, debería ser una herramienta enriquecedora de la personalidad empleada en todo proceso educativo.  

Ser discapacitado no es ningún impedimento para poseer sabiduría e ingenio y desarrollarse en la vida con plenitud.  Louis Braille perdió su vista siendo muy niño a causa de un accidente. Su tesón, sabiduría e ingenio le llevó a crear el método de escritura conocido como BRAILLE. Gracias a este método, son muchos los millones de personas discapacitadas  que pueden leer y escribir y expresar todo aquello que llevan dentro. La gran aportación  que hizo este hombre a la educación, y ante todo y sobre todo a la calidad de vida de la población invidente, le fue reconocida en su país, no sin mucha lucha ingrata y de salvar muchos obstáculos. Todos los que cada persona discapacitada tiene que sortear cada día que amanece. No por eso se rinden; todo lo contrario, luchan para lograr lo que tantas veces se les niega: SUS DERECHOS.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Extraordinario

Se llama Nick Vujicic

 

Vale la pena aprender con él y de él.
 Dedícale 5 minutos en youtube, tu corazón lo agradecerá.

martes, 20 de septiembre de 2011

COCEMFE – BAMESAD JUEGA EN PEÑÍSCOLA


Rafael Mingo

Peñíscola celebra sus fiestas en honor de su Patrona La Virgen María de Ermitana. Aprovechando estas fiestas, el Basket Club Peñíscola realizó la presentación oficial de sus equipos en las diferentes modalidades y categorías. Una vez más Peñíscola, esta vez a través del baloncesto, el Club BAMESAD Baix Maestrat de COCEMFE Maestrat, fue invitado a jugar un partido, con jugadores de baloncesto sin discapacidad, cuya finalidad es buscar la integración y el divertimento de todos los participantes. El partido se jugó en cuatro tiempos de diez minutos corridos. Aunque el equipo de BAMESAD dominó en todas sus facetas, el encuentro ha servido para comprobar el estado de los jugadores: el descanso veraniego ha supuesto un retroceso importante en la condición física así como en las fases del juego donde se requiere la utilización de una buena táctica acompañada de la técnica adecuada. No obstante, han demostrado que siguen manteniendo espíritu de lucha y ganas de superación, valores estos muy importantes a la hora de afrontar los entrenamientos de un nuevo curso deportivo. El DEPORTE, así, en  mayúsculas, es un ejemplo de concordia y de unión entre la gente. Hemos podido verlo en este partido celebrado en Peñíscola, donde la discapacidad “enfrentada” a la normalidad, ha servido para demostrar que todos somos diferentes y a través de nuestras diferencias, todos han sido capaces de jugar juntos con las mismas reglas y sentados en una silla de ruedas. Los jugadores del BAMESAD han enseñado a los jugadores normalizados de lo que son capaces de hacer sobre la silla de ruedas y ellos, al mismo tiempo, han comprendido las grandes dificultades que tiene el baloncesto en silla de ruedas. Unos y otros se divirtieron y pasaron una mañana agradable, ellos, los jugadores de Peñíscola, han demostrado su generosidad y solidaridad ayudando a este colectivo tan maravilloso a encontrarse consigo mismo  y hacerles un poco más felices. Como siempre, quiero dar las gracias a mis jugadores por el esfuerzo realizado y como no, al Basket Club Peñíscola y a todos los jugadores que os habéis brindado para jugar este partido. 

sábado, 17 de septiembre de 2011

NUEVO CURSO PARA COCEMFE Y SU CLUB BAMESAD BAIX MAESTRAT


Rafael Mingo

Como viene siendo habitual desde hace unos años, COCEMFE MAESTRAT y su CLUB BAMESAD BAIX MAESTRAT ESPORTS ADAPTATS, reunieron a sus socios, deportistas, amigos, familiares y simpatizantes, en un entorno muy especial y agradable como lo es la Ermita de San Sebastian y la Misericordia de Vinaròs. Poco a poco fueron llegando los asistentes a este entrañable acto. Saludos, abrazos, apretón de manos, todo de manera espontánea y cariñosa, fue sucediéndose durante toda la mañana y parte de la tarde entre los asistentes. El motivo de dicho evento era para anunciarnos a todos que el nuevo curso 2011-2012 está a punto de comenzar y una manera rica y sabrosa de hacerlo, la mejor, fue alrededor de una magnífica paella, cocinada por padre e hijo Delfín Jovaní de manera altruista. Ambos pusieron todo el cariño para que saliera perfecta, como así fue. Gracias a ambos por su generosidad y ayuda al mundo de la discapacidad.
La jornada festiva tuvo su complemento con una rifa donde se repartieron muchos obsequios entre las personas que tuvieron la suerte de tener el número “cantado”. Se puso punto final a la rifa con la entrega de un buen jamón que recayó en la persona de Margarita López. A la fiesta se sumó la alegría y el bien hacer del conjunto de los Tigres. Ellos amenizaron la velada con sus canciones e hicieron disfrutar a los asistentes que se arrancaron a bailar, pasando un rato maravilloso. Asistieron a la comida tanto el Presidente de COCEMFE Sr. Celma, como la Coordinadora del CLUB BAMESAD, Esther Santos.
Agradecer a todas las personas que, con su empeño y tesón, hicieron todo lo posible para que el evento fuera un lugar de encuentro y convivencia perfecto entre todos los asistentes. Ahora toca trabajar, para que el nuevo curso sea un éxito y podamos seguir avanzando en el cumpliendo de nuestros objetivos, en todas aquellas actividades que tenemos programadas. Ánimo a todos los voluntarios y a las personas que de una manera u otra, colaboran con el mundo de la discapacidad para que su integración social sea una realidad.












martes, 13 de septiembre de 2011

EXCLUSIÓN Y ALGO MÁS


Rafael Mingo

Según estadísticas oficiales, son más de 650 millones las personas en el mundo que padecen algún tipo de discapacidad.  La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en diciembre del 2006 por la Asamblea General de Naciones Unidas, nos da una definición sobre la diversidad funcional: “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y afectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás”.

No podemos, ni debemos, tratar de solucionar los problemas de la diversidad a base de definiciones y bonitas palabras. Cuando se observa el mundo de la discapacidad y nos adentramos en el núcleo de sus problemas más cercanos, es obvio que todas las definiciones vengan de donde vengan, solo acumulan buenas intenciones y éstas, no solucionan el día a día de la diversidad más desfavorecida como son las personas discapacitadas. Claro que, como decía Teresa de Calcuta: “ A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.  Sería muy conveniente pasar de las palabras a los hechos para que los millones de personas más desfavorecidas en el mundo, comiencen a ser eso, personas integradas en el mundo.

Todos los organismos nacionales e internacionales dedicados a luchar por la discriminación de las personas con discapacidad, reconocen por activa y por pasiva que, en todos los países y en todas las regiones del mundo, las personas con discapacidad son a menudo marginadas de la sociedad y se les priva del acceso a algunos de los servicios más esenciales de la vida: educación, trabajo, vivienda, familia, hijos, votar en las elecciones, desarrollo social… ¿las palabras bonitas solucionan todos estos problemas que acumulan las personas con alguna discapacidad? Vivo el mundo de la discapacidad y mi respuesta, no sesgada ni tampoco interesada es: NO.

Si hablamos de cifras, son aterradoras. El 20% de las personas más pobres tienen alguna discapacidad, el 98% de los niños con discapacidad de los países en desarrollo no asisten a la escuela, cerca de un tercio de los niños desamparados tienen alguna forma de discapacidad, y el índice de alfabetismo de los adultos es tan solo del 3%, y del 1% en el caso de las mujeres con discapacidad en algunos países. Las definiciones, las palabras huecas y bonitas, la letra en definitiva, ni consigue la paz, ni la inclusión e integración de estos colectivos tan desfavorecidos.

¿Qué hacer ante este largo historial de discriminación, exclusión y deshumanización que día a día sufren estas personas? Todas las personas de cualquier ámbito –político, sociedad civil, empresarios, medios de comunicación, líderes religiosos, educadores, estudiantes,- podrían unirse para luchar y tomar medidas concretas que perduraran en el tiempo, contribuyendo a terminar con la discriminación. Sería necesario también que todos los países se pusieran de acuerdo para luchar contra la exclusión de las personas con discapacidad y en general a favor de todos aquellos más desfavorecidos del universo. Pero no, esto no está ocurriendo. El egoísmo, el egocentrismo y la defensa de los intereses particulares frente al bien común, prevalecen en las personas y en los países que casi nunca se ponen de acuerdo para defender a la población más desfavorecida.

Todos los ciudadanos deberíamos luchar por: crear conciencia, fomentar el entendimiento y el reconocimiento de la discapacidad como una cuestión de derechos humanos y por qué no, también la de otros muchos grupos marginados.  Habrá que hacer algo más que tener buenas intenciones. Las listas de la pobreza, de los marginados, de discapacitados y…cada día van en aumento. Por ello, mi pretensión es hacer reflexionar a la sociedad para que sea más solidaria y menos egoísta. Hoy por mi, mañana puede ser por ti. No lo olvidemos y actuemos.