SUTIL ESBOZO DE AMISTAD

Rafael Mingo

Hace unos días acudía, junto a mi mujer, a la exposición de pintura que mi buen amigo José Córdoba, presentaba en la Sala de Exposiciones de la Fundación Caja Vinaròs y a la cual había sido invitado personalmente por el artista; su trabajo, en esta ocasión, lo titula BURBUJAS DE UNIDAD.

          José Córdoba no es solamente un pintor extraordinario, es además, una persona culta, pacífica, sensible, creadora, llena de vida y profunda humanidad, reflexiva, coherente, honesta consigo mismo y con la gente que le rodea. José Córdoba en definitiva, es un ser muy especial y lo es para mí.

          Siempre relaciona lo interno con lo externo, sus vivencias interiores con aquello que ocurre fuera de uno mismo.

          Transcribo unas palabras suyas sobre la presentación de sus obras en la última exposición y, sin duda, a través de dichas palabras, podremos conocer con exactitud la grandeza del personaje: “Estos tableros pintados son el resultado de parte de mi trabajo diario de relacionar lo objetivo y lo subjetivo, la forma y el fondo, lo funcional y lo bello, lo figurativo y lo abstracto, lo estético y lo ético, lo aparente y lo oculto: lo que ocurre fuera con lo que se activa dentro de uno mismo". Nada hay que añadir a lo dicho por el artista.

          Gracias amigo Córdoba por haberme permitido compartir tantos ratos a tu lado, por haberme permitido compartir parte de tu vida interna. Gracias porque me permites disfrutar de cada pincelada, de cada palabra que pronuncias llena de hermosos argumentos. Gracias en definitiva, porque los años nos mantienen unidos. Un fuerte abrazo.  

El pintor, el amigo José Córdoba. Nuestro amigo.