domingo, 27 de octubre de 2013

DIEZ KILÓMETROS EN CASTELLÓN

Rafael Mingo

  LAS FOTOS. ESPECIALMENTE DEDICADAS A NUESTROS GRANDES DEPORTISTAS DEL CLUB BAMESAD.


















 





 

 ANA, DEPORTISTA ÍNTEGRA ADMIRADORA DE ESTE COLECTIVO DE DEPORTISTAS
 

viernes, 18 de octubre de 2013

LOS COLEGIOS DE VINARÒS VISITAN LA EXPOSICIÓN TRENCANT BARRERES (VII)

Rafael Mingo


Manolo Celma  y Ramón Meseguer

son los encargados de realizar este

magnífico trabajo didáctico de

integración social.

 MALOS EJEMPLOS DE LA SOCIEDAD

miércoles, 16 de octubre de 2013

COCEMFE MAESTRAT EN LUCHA PERMANENTE



Rafael Mingo

Reunión con la Concejalía de Bienestar Social y Discapacidad y con la de Gobernación para la presentación del nuevo Intendente de la Policía Local de Vinaròs y concretizar los puntos más interesantes de la futura campaña de concienciación ciudadana que se realizará en un futuro próximo. Os mantendremos informados.
Concejalas de Gobernación y Bienestar Social y Discapacidad en el Ayuntamiento de Vinaròs
Un momento de la reunión con los responsables de la Policía Local

ALGUNO DE LOS MENSAJES QUE SE UTILIZARÁN DURANTE LA CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN.




MI DISCURSO EN EL HOMENAJE A MI PADRE



Rafael Mingo

Sr. Director General de Atención Primaria de la CAM

Sr. Alcalde de Villaconejos

Señoras y señores Concejales

Amigas y amigos

  Han ocurrido muchas cosas hasta llegar aquí, ha sido como atravesar un río caudaloso o como encontrarse en el centro del mar, en medio de una gran tormenta, rodeado de un fuerte oleaje donde las descargas eléctricas son capaces de destruir cuanto encuentran a su paso. Las relaciones humanas, a veces son así.

  Solo he buscado JUSTICIA, justicia para un hombre, mi padre, que trabajó sin descanso buscando el progreso del pueblo entero, sin reparar en banderas o credos; no miraba qué día era en el calendario, ni tampoco qué hora marcaba el reloj. Se volcaba en exclusividad al prójimo, objetivo único de su interés, y desvelo constantes.

  A pesar de tanto dolor e incomprensión acumulados en todos estos años de lucha personal, soy feliz porque encontré personas por el camino que me decían: CAMINEMOS JUNTOS. Gracias a ellos, estamos aquí para realizar un acto de JUSTICIA al hombre que tantos años estuvo regando generosidad y sacrificio en beneficio de la salud de todos.

  Porque siempre creí en el HOMBRE y especialmente en mi  padre,  D. Justo Mariano Mingo Torres, Médico Rural de Villaconejos,  hoy, deseo rendir homenaje a todos los médicos rurales quienes, durante décadas, desarrollaron una ingente labor en la sanidad española y, de manera  muy particular, a mi padre, quien desempeñó durante más de 36 años su profesión en nuestro pueblo, Villaconejos.

  Con ello quisiera perpetuar su memoria y su legado profesional para conocimiento y ejemplo de las nuevas generaciones. Pretendo que mis nietos, los hijos de mis nietos y también los médicos del siglo XXI puedan conocer y sepan valorar cómo era el ejercicio de la medicina en ciertas zonas rurales hace 60 o 70 años. Sé que a él le hubiera gustado.

  Sin duda alguna, su capacidad analítica, su tesón, su agilidad intelectual, su espíritu de sacrificio y su dedicación permanente, constituyen una gran herencia para las próximas promociones que quieran dedicarse a esta hermosa profesión que es la medicina.

  Fue un defensor firme de los principios éticos de moralidad, decoro y responsabilidad en el ejercicio de la misma, y pido a Dios Todopoderoso que ilumine a todos los médicos españoles, en estos tiempos difíciles que estamos viviendo, a fin de que surjan muchos profesionales de su talla.

  Su vida fue un ejemplo de lucha y altruismo. Ayudó a todos los conejeros por igual y a toda persona que necesitara de sus servicios y lo hizo en todas las vertientes: de salud, económica, cultural, personal, humana y espiritual.

  Basó su trabajo en la vocación y el sacrificio. Vocación de ayuda al prójimo, que le llevaba a sanar y a salvar vidas, muchas veces sin apenas más recursos que sus conocimientos, sus dos manos y el don de la cercanía que tenía para con sus pacientes.

  Sus herramientas de trabajo eran: un tensiómetro, un fonendoscopio y un termómetro. ¡Ah!, se me olvidaba: y un gran corazón. No buscaba “caer bien” sino ser un buen médico. Estoy convencido, y creo que estarán de acuerdo los presentes, que lo consiguió.

  Por supuesto que soy conocedor de las limitaciones de mi padre, de sus defectos y carencias que también los tenía. Pero estos los dejaremos para otro día. Creo que sólo engrandecen su figura: nos muestran que era sólo un hombre, como nosotros.

  Quisiera destacar en mi padre dos lecciones de vida: una, su entrega y su tesón, su capacidad de esfuerzo. Otra, su humildad. Igualmente épica.

  Como ejemplo de lo dicho citaré estas palabras que yo mismo le escuché en alguna ocasión: “Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, este es bien limitado; yo no he hecho más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien a mis semejantes”. 

  Teresa, su esposa, mi madre, fue todo un ejemplo, desempeñando un importante papel a su lado, compartiendo el espíritu de servicio y sacrificio mientras cuidaba de todos nosotros, sus numerosos hijos.

  Es por todo esto que hoy podemos rendir un merecido homenaje a Don Justo Mariano Mingo: al hombre, al médico, al padre, al amigo, al maestro, al ejemplo que durante casi treinta y siete años estuvo al servicio de este pueblo las veinticuatro horas del día.

  Solo me queda dar las gracias a…

  D. Javier Benavente Ruiz y su partido I.U Los Verdes

  Por pensar de esta forma y ser el origen de lo que hoy estamos celebrando. Leo vuestras palabras:

  Los pueblos son recuerdos, cultura y tradición pero sobretodo ejemplo de personas que dejaron huella, historia de aquellos que lo dieron todo por lo demás sin importarles sus ideas, estatus social o la situación histórica en la que Vivian.

  Honrar a esos hombres es un deber para todos aquellos que sienten nuestro pueblo como un conjunto de ilusiones, de servicio, y anhelos de esfuerzo colectivo e individual por crear una sociedad mejor y más justa, honrarles sin importar nada más que su aportación a este pueblo sin prejuicios ideológicos, honrarles para mostrar que este pueblo no olvida a quienes han dado tanto a Villaconejos.

  Hoy tenemos aquí un ejemplo de hombre dedicado a nuestro pueblo un ejemplo de servicio público. Hacedor de estos pequeños ejemplos que contribuyeron a un pueblo de tolerancia, un médico rural con un inusitado amor a la profesión y a las personas de nuestro pueblo y sobre todo al bien común.

  A D. Adolfo Pacheco Sánchez, Alcalde de Villaconejos. Cuando Ud. se enteró de la propuesta de I.U. Los Verdes, no dudó ni un solo instante en que dicha propuesta se llevara a Pleno. Recuerdo sus palabras cuando telefónicamente Ud. me decía: Rafa, tranquilo, esto se hace. Ha cumplido su palabra y ha contribuido a que Villaconejos haya tenido hacia la figura de mi padre un merecido reconocimiento. Gracias a Ud. y al Grupo Popular (PP) de Villaconejos.

  A D. Javier Contreras Fernández (ALINVI) Porque Ud. tampoco dudo ni un solo instante, en sumarse a esta propuesta.

  Y gracias de todo corazón, a todos los asistentes, en especial, a todos mis familiares.


  Villaconejos 11/10/2013

VILLACONEJOS HA HECHO JUSTICIA



Rafael Mingo

D. MARIANO MINGO TORRES

  Ejerció casi cincuenta años de profesión como médico rural; treinta y siete de ellos en Villaconejos, localidad que –tal vez un poco tarde- al fin le ha hecho JUSTICIA.

  El Dr. Mariano Mingo Torres ejerció una medicina eficaz basada en una profunda preparación y conocimiento, cimentada en el estudio continuo y en el consejo de la experiencia.

  Hizo de su profesión su razón de vivir. Medicina abnegada la suya, que le hizo renunciar a tantas y tantas cosas para entregarse a los enfermos, compartiendo sus preocupaciones, el dolor de los que sufrían y también, claro está, las alegrías y esperanzas de aquellos que sanaban.

  Durante sus años en Villaconejos mostró fidelidad, eficacia, sacrificio, voluntad sin límites, modestia, honradez, desbordante humanidad, profesionalidad, abnegación, generosidad y un amor profundo al pueblo y a sus habitantes. También bastante genio y una tozudez destacable para ciertas cosas.

  Séneca decía: "Aquel que cifró en lo honesto todo bien, halla la bienaventuranza en sí mismo". Pienso que esta frase del gran Séneca resume con meridiana claridad la vida de Don Mariano. Creo que por todas estas cualidades ya citadas y muchas más que tenía escondidas, y con sincero agradecimiento, VILLACONEJOS le ha hecho justicia.

  D. Adolfo Pacheco Sánchez, D. José Asensio Sáez, Dª Margarita Velasco González, Dª Natalia Pérez de Blas; todos ellos del Grupo Popular (PP) de VILLACONEJOS. D. Javier Benavente Ruiz, Dª Belén Guerrero Fernández de I.U Los Verdes de VILLACONEJOS y D. Javier Contreras Fernández del grupo ALINVI de VILACONEJOS, todos ellos han hecho HISTORIA en forma de JUSTICIA y en nombre de muchas personas.

  Siete políticos honrados, valientes y admirables que bajo mi punto de vista, merecen el respeto de la gente de su pueblo, pues ellos, sin importarles los votos o el qué dirán, se olvidaron de sus ideas políticas y creencias, defendiendo con dignidad democrática la propuesta de IU-Los Verdes para que el estimado buen Doctor, el Médico, recibiera el homenaje merecido. El día 11 de octubre del año en curso se premió al “médico rural” que durante casi 37 años tuvo a su cargo la salud de los habitantes del municipio.

  Los citados responsables públicos han cumplido su palabra y han contribuido a que al Dr. Mariano Mingo Torres se le haya hecho justicia. Voy más lejos: el 11 de octubre del 2013, será, es ya, un día histórico para el pueblo. Ustedes, los siete políticos que aprobaron y cumplieron su palabra, igualmente son ya parte de esa historia.

  Los pueblos son recuerdos, cultura y tradición pero sobretodo ejemplo de personas que dejaron huella, historia de aquellos que lo dieron todo por los demás sin importarles sus ideas, estatus social o la situación histórica en la que vivían.

  D. Mariano Mingo Torres sin duda alguna, fue un personaje que dejó huella y lo dio todo por los demás.

  Gracias al pueblo de Villaconejos. A todos los que estuvieron presentes en el acto y a aquellos que, deseándolo, no pudieron hacerlo. Quiero dirigirme personalmente a D. Javier Benavente Ruiz: un día me dijo usted “le ayudaremos a que sus sueños se hagan realidad”. Los sueños se han hecho realidad. También a D. Adolfo Pacheco Sánchez, que un día aseguró: “esto se hace”; y esto se ha hecho. D. Javier Contreras Fernández me dijo que apoyaría la propuesta: cumplió su palabra.

Por todo ello, GRACIAS.