LA DISCAPACIDAD Y SU INCLUSIÓN SOCIAL. ES MI "BANDERA", TAMBIÉN MI OBJETIVO PRIORITARIO.
sábado, 1 de diciembre de 2012
MI TRAVESÍA SOBRE LA RUEDA ALEMANA
Rafael Mingo
Transcurrían los últimos años de
los 60. Estudiaba para ser Profesor de Educación Física. Un día, por
casualidad, junto a unos compañeros de estudios, encontramos en nuestro centro,
en un rincón inhóspito, un aparato que nos llamó la atención, pues jamás lo
habíamos visto en competición alguna. Desde su descubrimiento tuvimos enormes
deseos de probar “fortuna”, como así fue, en dicho aparato. Subimos en esta
enorme rueda y sin quererlo, y mucho menos sin saberlo, nos habíamos
transformado en los inventores de la Rueda Alemana en España (Rhönrad en
alemán); así se sigue llamando lo que era un nuevo deporte para nosotros.
Ninguno teníamos ni idea de qué
se podría hacer en dicho aparato. Fuimos descubriéndolo a base de golpes,
caídas, con riego elevado de rompernos algún que otro hueso, incluidos los de
la cabeza. Estas ruedas eran de hierro puro, con lo cual, los ejercicios que
íbamos inventando los hacíamos con gran dificultad y riesgo pues se realizaban sobre cemento o tierra. Aquello patinaba como un esquí en la
nieve. Hubo caídas para no contarlo, los compañeros, aquellos que observaban
nuestras evoluciones, cada vez que nos veían caer exclamaban: otra vez ha roto
el suelo. Sabían que jamás nos pasaba nada, verdaderamente aquello era
milagroso.
Alguien pensó que las ruedas
podrían ser forradas con goma. Así fue, con goma de manguera forramos las ruedas. Las gomas se sujetaban
con abrazaderas, sobre los aros untados con un pegamento especial para asegurar
su fijación. Realmente, aquello fue un gran invento que nos evitó muchas lesiones
y logramos aprender más rápido, eso sí, sin ninguna metodología y sin objetivos
previstos. Con el tiempo logramos que las ruedas se fabricaran con las gomas ya
incluidas; este fue un paso realmente asombroso, aunque las ruedas pesaban,
¡¡uf si pesaban!!
Sin conocimientos de ninguna
clase, sin metodología ni referencias históricas sobre la Rueda Alemana, fuimos
capaces de evolucionar rápidamente apoyándonos los unos en los otros, logrando
realizar ejercicios de mucha dificultad y riesgo. En un principio los
ejercicios eran muy estáticos y poco coordinados, sin embargo, no tardamos en
lograr que estos ejercicios se enlazaran y coordinaran formando figuras de un
gran valor estético. Nació en España la RUEDA ALEMANA, gracias a unos pocos
“locos” que creyeron en sí mismos y en sus posibilidades. El único centro donde se practicaba este
deporte de riesgo era la Academia de Mandos “José Antonio”, en Madrid, después
fueron apareciendo otros centros, pero sin ningún éxito.
¿Por qué Rueda Alemana? Fue
inventada por un alemán y fue allí, en Alemania, donde un señor llamado Otto
Feick construyó la primera rueda, la cual nada tenía que ver con las actuales y
mucho menos con las que utilizábamos los gimnastas de esta especialidad aquí,
en España. Las ruedas actuales están hechas a piezas y con materiales muy
livianos, por supuesto son desmontables y su peso es más pequeño, con lo cual
se pueden transportar fácilmente en espacios reducidos y lo más importante, son
muy manejables y el aprendizaje es más rápido y seguro.
Mi experiencia con la Rueda
Alemana duró cuatro años con alto rendimiento, aunque es verdad que, una vez
terminada la carrera y logrado mi primer destino en Castellón de la Plana,
concretamente en el I.E.S. “Francisco Ribalta”, seguí entrenando pero sin
objetivo personal alguno. Me contrataron para dar clases de mantenimiento en el
Estadio Castalia de la ciudad. Allí hice comprar dos ruedas alemanas. Realicé
varias exhibiciones, el público se entusiasmaba viendo aquel espectáculo. Quise
introducirlo entre los estudiantes, pero no se animaron. Lo veían altamente
peligroso. Fue un fracaso rotundo. Me quedé solo ante el peligro, realizaba
alguna que otra exhibición, pues como espectáculo, repito, si tuvo éxito y
mucho.
El siguiente capítulo comenzó a
gestarse en la antigua Universidad Laboral de Cheste, Valencia. Fue mi nuevo
destino. Allí también logré que se compraran 2 ruedas. El fracaso fue
grandioso, al igual que en Castellón. Los alumnos no querían saber nada de este
artefacto, lo consideraban peligroso y
tenían toda la razón, era muy peligroso y difícil de aprender. Al menos, en
este centro, lo intentaron. Seguí realizando exhibiciones, eran la admiración
de todo el público, en este sentido, me sentía muy orgulloso y agradecido. Al
marchar de la Universidad Laboral de Cheste quedaron allí las ruedas,
arrinconadas y olvidadas, hasta que una persona se fijó en ellas y…
Bien, como he dicho, mis
comienzos en la Rueda Alemana fueron autónomos y sin ningún patrón o
metodología. Muchos años después, cercanos los noventa, gracias a Consuelo Martínez Martínez, Profesora Titular de la Facultat Ciències de L'Activitat Fisica i Deportiva, que
se encontró con mi antigua rueda y qué casualidad, también a ella le llamó la
atención, tanto, que comenzó a desarrollar una metodología… y que puso en
práctica con éxito en su facultad. Yo aprendí que los movimientos que realizaba
en mi “vieja” rueda, unos se llamaban ejercicios en LÍNEA, es decir,
desplazamientos con los dos aros de la
rueda sobre el suelo. Yo lo denominaba desplazamientos hacia un lado u otro, con
una mano, con las dos manos y sus combinaciones e incluso sin manos. …ESPIRALES, no sabía que realizar ejercicios sobre
un solo aro de la rueda se llamaban así, sencillamente para mí y mis compañeros,
eran caídas adelante o hacia atrás, con dos manos y con una sola. Yo,
personalmente, intenté sin manos, nunca lo logré. Los SALTOS sí, estos eran
idénticos. Sin embargo actualmente no hacen, o al menos no lo he visto,
EQUILIBRIOS encima de la rueda; esto fue un invento mío de alto riesgo, como
podréis ver en las fotos que en este mismo blog publicaré.
Fueron
muchos los eventos deportivos en los que participé durante varios años en esta modalidad
que llegué a amar y odiar al mismo tiempo.
Intervine en dos Gimnastradas Internacionales donde la Rueda Alemana era
uno de los “platos” más atractivos. Fui elegido, junto a otros cuatro
compañeros, para participar en El Gran Premio de T.V.E. Tuve la suerte de ganar
dicho concurso, (he de decir que cualquiera de los cinco, hubiera podido ser el
campeón, todos íbamos muy preparados y éramos los mejores en esos momentos de
España). Realicé junto a mis compañeros, exhibiciones en múltiples eventos
deportivos.
Me entrenaba diariamente durante
varias horas, horas que restaba al estudio, la diversión…etc. Mientras mis
compañeros de promoción se divertían, yo estaba realizando entrenamientos
agónicos de Rueda Alemana. Lo que un día comencé como diversión y formación
divertida, se transformó en obligación, el Director de la Academia me exigía
preparación y rendimiento para realizar las exhibiciones que él creyera
conveniente. En algún momento le pedí que me dejara abandonar los
entrenamientos de la Rueda Alemana, pero no lo logré.
Una pista polideportiva de 20 X
40 m. aproximadamente era el lugar de mis entrenamientos. Allí, muchas veces en
solitario, ensayaba, una y otra vez, aquellos movimientos que más tarde
formarían parte del repertorio de las exhibiciones. También contaba para
entrenar con un patio de tierra, donde filas de árboles llenaban el paisaje. La
pista polideportiva era continuamente “admirada” por los estudiantes que, desde
las ventanas, miraban mis evoluciones y por supuesto mis caídas, las cuales
siempre eran aplaudidas. En el patio de tierra, entre las filas de árboles,
dedicaba mucho tiempo al entrenamiento de eslalon, lo mismo que se hace en el
esquí. En una ocasión estuve a punto de matarme. En uno de esos giros, tuve la
mala suerte de que una parte de la rueda diera en el árbol: salí despedido, la
rueda me dio en la cabeza al mismo tiempo que me estampaba contra el árbol.
Fueron minutos de angustia y zozobra para las personas que presenciaron
aquello, yo quedé inconsciente durante esos minutos. Como siempre, los compañeros decían, “ya ha
roto la rueda, una más”. Al ver que no me movía, fueron a buscarme. Todo esto
me lo contaron después. A los seis minutos, según mis compañeros, volvía a
nacer. Así transcurrieron cuatro largos años de entrenamientos agónicos,
jugándome la vida en cada uno de ellos. Por eso, mi amor y mi odio a este deporte
que tanto me dio y que tanto me quitó.
No
tenía ninguna de las habilidades que se
necesitan para dominar la Rueda Alemana.
Poco a poco fui adquiriendo destreza y percepción corporal, dos cualidades
indispensables para poder crecer en el conocimiento y práctica de la Rueda
Alemana. Musculación me sobraba, pero me faltaba flexibilidad, por lo que
también me faltaba estética. Logré con el tiempo y los duros entrenamientos,
tener una buena orientación espacial, muy necesaria para dominar los
movimientos que se hacen sobre este
artefacto. Equilibrio no me faltaba y,
gracias a ello, fui capaz de realizar ejercicios de gran dificultad. He
nombrado alguna de las cualidades indispensables para dominar la Rueda Alemana.
No menos importante era tener valor, espíritu de sacrificio y superación, un
organismo equilibrado y una mente poderosa. Con todos estos ingredientes, se
puede intentar subir a la Rueda Alemana; los resultados, el éxito, siempre son
producto de la entrega, la suerte, el esfuerzo en su máxima expresión y la
renuncia incondicional a los “placeres” de la vida. Al menos, ese fue mi caso.
Dar las gracias a D. Ignacio
Manchón, profesor que tuve el honor de tener en mis años de estudiante y
persona que quiso ayudarme y no solo a mí, también a mis compañeros. Siempre
fuimos por delante de él, pero lo intentó, eso fue lo más importante. También
gracias a Consuelo Martínez Martínez, que tuvo el coraje de continuar con éxito este magnífico, atractivo y
bello deporte, no solo en Valencia, sino por muchas otras regiones españolas.
Un recuerdo muy especial a los
compañeros que conmigo, fueron elegidos para ir al Gran Premio de T.V.E : José
Ramón Pou Blanco, Jaime Ávila Pardo, Rafael López Navajas y Miguel Torralba
Jordán. Maravillosos compañeros, maravillosas personas. También recordar a alguno
de los que lo intentaron, entre ellos Antonio Ocaña González, Luís Fernando
Sarraseca y…tantos y tantos que se quedaron por el camino.
“Nuestra recompensa se encuentra
en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”.
(Mahatma Gandhi).
Con esto me quedo
miércoles, 21 de noviembre de 2012
LUCHAR, SIEMPRE VALE LA PENA
En el año 2003 fui galardonado, con el tercer Premio Nacional de Innovación Educativa, por un trabajo de investigación en el consumo de drogas en el centro escolar donde yo realizaba mi trabajo como docente. Dicho trabajo lo llevé a cabo por el compromiso, sin fisuras, que había adquirido con mis alumnos; con la juventud en general, para convencerles de que el consumo de drogas era un camino sin retorno, una equivocación desde cualquier prisma que se mirara. En definitiva, era un compromiso conmigo mismo y con la sociedad.
Llevaba muchos años luchando contra las drogas cuando decidí dar este paso tan importante en la investigación profunda sobre las mismas. Antes, lo había hecho sobre el tabaco casi en exclusiva. Luché contra esta lacra del tabaquismo en todos aquellos centros docentes donde tuve la suerte de trabajar. Mi tesón, mi garra y mi insistencia en defensa de la salud y mi “enfrentamiento” al tabaquismo, me granjearon algunas enemistades y la fama de profesor “broncas”. Fueron muchos compañeros los que me dieron la espalda y lo más grave, jamás ningún directivo, de ningún centro, apoyó mi causa. Cuando alguien lo hizo, tímidamente, fue por motivos crematísticos que no mencionaré, no vale la pena. Hoy día, debido a la Ley sobre el tabaco, todos tienen que cumplirla. Lo siento, algo habré tenido que ver en ello y en que los centros educativos estén libres de humos. Ahora nadie se acuerda.
De manera breve, contaré el itinerario seguido en mi último centro de enseñanza, el I.E.S. “Leopoldo Querol” de Vinaròs, Castellón. Llegué en 1987 para ejercer mi profesión, Profesor de Educación Física. Encontré un centro, en el terreno del tabaquismo, permítaseme la expresión, repugnante. Se fumaba en las aulas, en los claustros, en las reuniones e incluso, muchos alumnos lo hacían a escondidas también. Claro, si lo hacían los profesores, ¿por qué ellos no?
Mi primer “triunfo” fue todo un desafío hacia el Jefe de Estudios en aquellos momentos. Asistía a mi primer claustro como profesor de dicho centro. Mi sorpresa fue ver como se fumaba en aquel espacio. En un momento determinado pedí la palabra para decir: Por favor, si no se deja de fumar en esta reunión, me obligarán a marcharme de la misma y deseo que si, esto ocurre, se expongan los motivos en el acta de la reunión. Recuerdo que hubo un silencio sepulcral. Al cabo de unos minutos, todos los fumadores habían apagado sus cigarros. Naturalmente, me quedé en la reunión. Esto solo fue el comienzo.
La ley que existía en aquellos momentos, creo que era la de 1984, la hice cumplir a rajatabla. Sin contar los pormenores de mi lucha, pues necesitaría escribir un libro, citaré aquellos logros más importantes, eso sí, habiéndome dejado por el camino: ilusiones, fracasos, alegrías, tristezas, enfrentamientos y algún que otro apoyo, de palabra, de hecho, ninguno. Nada me impidió, seguir luchando por mis objetivos.
Comenzaré diciendo que logré que no se fumara en la sala de profesores, esto duró varios años, años muy duros pues la mayoría del profesorado, entonces, era fumador. El profesorado dejó de fumar en las aulas, los pasillos se limpiaron de humos. Una sala para profesores fumadores y otra para no fumadores, fue una conquista extraordinaria, épica. Una lucha titánica precedió al triunfo. Se logró con sudor y lágrimas, por eso fue tan especial para mí. En ninguna reunión, por supuesto, se fumaba. La gente poco a poco, se fue concienciando y dejaron de fumar por iniciativa propia. Muchos fueron los que agradecieron aquella lucha en beneficio de todos y de la salud fundamentalmente. El alumnado disminuyó considerablemente el tabaquismo.
Mis últimos años fueron más tranquilos en este sentido. Llegó la Ley sobre el tabaco y no hubo otro remedio que cumplirla y, aún así, siempre había algún profesor que se saltaba la ley y hacía “de su capa un sayo”, esto último duró muy poco. Todos se hicieron disciplinados y cumplieron las normas que la nueva ley exigía. Por fin, el centro sin humos. Maravilloso, me sentía altamente reconfortado. La Ley sobre el tabaco, con la que no estaba, ni estoy, totalmente de acuerdo, la consideraba como algo mío, algo que me pertenecía después de tanta lucha, era como un reconocimiento a mi labor.
Todo lo hacía por la juventud a la que siempre he amado profundamente y en la que siempre he creído y además, estoy muy agradecido a ella pues de todos los jóvenes he aprendido mucho y me hicieron crecer en mi postura y en mi lucha y también en mis conocimientos. Ellos me lo han dado todo, por eso, luchar por ellos era un deber.
Es hermoso y muy gratificante andar por la calle, sentir el cariño de la gente, de algún profesor, de algún joven, ahora ya no tan joven, cuando se acercan a ti y te dicen con satisfacción y alegría: gracias Mingo, gracias por tus consejos, gracias por aquella lucha contra las drogas. Por tu “culpa” yo he dejado de fumar, he dejado de tomar drogas, he…Todo esto me llena de orgullo y me reafirma que aquella lucha valió la pena.
Recibir el Premio Nacional de Innovación Educativa fue para mí lo más importante que podía ocurrirme en aquellos momentos. Lo consideré un reconocimiento a toda una trayectoria de lucha profesional que además coincidía, casualmente, con el final de mi vida docente, poco después me llegaba la jubilación.
Aunque una de mis obsesiones en la vida siempre ha sido superarme a mí mismo, es inherente en mi naturaleza, confieso que transcurridos algunos meses de la entrega del premio tuve ganas de renunciar a todo. La culpa, la culpa la tuvieron los directivos del centro, el profesorado en general y el escaso interés mostrado por los padres del alumnado del centro. El premio quedó “guardado” en un cajón, nadie se preocupó de ponerlo en marcha. Lamentable y triste realidad. Un final indecoroso e inútil.
Por todo lo mencionado, y con la máxima prudencia y modestia, puntualizo que me considero un pionero en la prevención de las drogas y muy especialmente en la prevención del tabaquismo. Mi lucha comenzó en el año 1969, por aquellos años nadie hablaba de estas “cosas”. Sin medios, sin ayudas, criticado, maltratado, apartado, aislado…la lucha continúo logrando magníficos resultados entre los jóvenes; ellos sí que respetaban el trabajo que se hacía, ellos creían en mis teorías, en mis mensajes y por qué no decirlo, en mi ejemplo. Por todo ello, siento profundamente que mis planes no se pusieran en práctica tras la consecución del Premio Nacional. Ellos, los jóvenes, sin duda, los más perjudicados y como consecuencia, la sociedad en general, ¿los responsables no tienen nada que decir? ¡Cobardes e irresponsables!
Momentos muy especiales. Recoger el premio es algo muy especial. |
sábado, 3 de noviembre de 2012
VIII Critérium Ciclismo Adaptado La Vall d'UIXÓ. EXTRAORDINARIO
VIII Critérium Internacional de Ciclismo Adaptado De la Vall d’Uixó
Buena
participación de COCEMFE MAESTRAT-BAMESAD
Rafael
Mingo
Más de
cincuenta ciclistas adaptados se dieron cita en el Estadio Municipal José
Mangriñan de La Vall d’Uixó, para participar en el VIII Critérium Internacional
de Ciclismo Adaptado organizado por el Club D’esports Adaptats La Vall.
Dicho
Critérium reúne a las mejores figuras, tanto del panorama nacional como
internacional. La prueba se disputó en dos series: MH 1-4 y WH 1-4. A las diez comenzaba la primera serie en la
que participaban ciclistas procedentes de diferentes comunidades entre los cuales
figuraban cinco de nuestros ciclistas adaptados.
Dieron
30 vueltas al velódromo demostrando, todos ellos, estar en una forma
extraordinaria, se alcanzó una media de 26,31 km/h. COCEMFE MAESTRAT-BAMESAD
estuvo a una gran altura, a pesar de utilizar un material ya caduco y que nadie
utiliza. Hay que destacar su entrega y espíritu de sacrificio…, Vinaròs puede
estar orgulloso de estos grandes deportistas.
En la
segunda carrera se dieron 40 vueltas al velódromo y en ella participaban 24
corredores entre nacionales e internacionales. El ritmo fue frenético desde el
primer segundo. Se alcanzó una media de 38,1 Km/h. Hubo en esta prueba una
lucha encarnizada entre varios corredores, entre ellos el nacional Vicente Arzo,
que a la postre hacía el segundo puesto, siendo el vencedor de esta manga, el
corredor de Moldavia, Víctor Rotaru.
Hubo una
gran afluencia de público y la participación de corredores fue histórica, batiéndose
todos los records de las anteriores ediciones.
Terminada
la prueba, todos los participantes y familiares fueron invitados a una comida
en un hotel de la ciudad. La organización fue perfecta y los que asistimos al
evento procedente de Vinaròs nos preguntamos: ¿algún día podremos disfrutar de un evento tan importante en nuestra ciudad?
lunes, 29 de octubre de 2012
SEMINARIO ACCESIBILIDAD UNIVERSAL: MUNICIPIOS PARA TODAS LAS PERSONAS
Rafael Mingo
Rafael Mingo con los profesores del seminario:Tatiana e Isidro |
Se ha celebrado en
Vinaròs, durante los días 23 y 24 de octubre, un seminario sobre Accesibilidad
Universal, cuyo objetivo principal era dar a conocer el concepto de
accesibilidad para todas las personas en edificación, urbanismo, transporte,
comunicación y servicios.
La accesibilidad es un
derecho básico y por lo tanto las administraciones públicas han de actuar para conseguir
que ninguna persona quede discriminada ya sea por su edad, discapacidad o
características funcionales.
El seminario estuvo organizado por el Ayuntamiento
de Vinaròs y patrocinado por Vodafone España y el Real Patronato sobre
discapacidad. Fue impartido por PREDIF, que es la plataforma representativa
estatal de discapacitados físicos y para ello se desplazaron desde la capital
de España dos profesionales de dicha plataforma: Tatiana Alemán Selva, asesora
en Accesibilidad Universal e Isidro Martín del Río, técnico de accesibilidad.
Ambos profesionales han mostrado poseer una experiencia dilatada sobre la materia y un profundo conocimiento
del tema.
El seminario estaba
destinado a los responsables de las diferentes áreas de las administraciones
públicas locales así como, para representantes de los principales sectores de
la actividad privada del municipio: comercio, ocio, cultura, deporte. Por su
importancia y trascendencia para la vida de los habitantes de Vinaròs, hubiese
merecido la participación de los diversos representantes de las áreas ya
mencionadas, desgraciadamente no fue así.
Al seminario si
asistieron representantes de COCEMFE MAESTRAT: voluntarios, amigos y asociados
y por supuesto el Presidente y Vicepresidente de la entidad. Tanto Tatiana como Isidro lograron que la
actividad fuera muy amena y esclarecedora
a través de ejemplos prácticos que los asistentes al seminario realizaron por la ciudad de Vinaròs.
Teoría y práctica en
perfecta armonía, podría ser el resumen de este interesante seminario del que
todos los asistentes quedaron muy satisfechos. Gracias Tatiana, gracias Isidro
por vuestra profesionalidad y entrega y gracias a la Ortopedia Roca por la
prestación de 3 sillas de ruedas para un mejor desarrollo del seminario.
El seminario fue
inaugurado y clausurado por la Regidora
de Turismo y Playas la Sra. Elisabet Fernández Millán.
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