Rafael Mingo
La relación entre los habitantes y su ciudad o pueblo, va a
depender directamente de su diseño, éste influirá, positiva o negativamente, en
la actividad económica y social de los mismos. Es decir, cómo sea la ciudad o
pueblo en la que vivamos, será la calidad de vida de todos y cada uno de
nosotros, sus habitantes.
A día de hoy se está dando mucha importancia a las llamadas
“ciudades inteligentes”, aquellas que usan la tecnología para incrementar la
eficacia y sostenibilidad de sus servicios buscando facilitar el da a día de
sus habitantes. ¿Se piensa de igual manera en el diseño y funcionalidad de las
ciudades para que sean “ciudades universales”? Las ciudades universales son
aquellas que posibilitan a todas las personas, incluidas las que tienen algún
tipo de dis-CAPACIDAD, ser lo más independientes posible.
Son los ayuntamientos la institución pública más cercana a
las personas que viven en las ciudades y pueblos, es por eso que deberían
utilizar todas las herramientas necesarias para lograr la accesibilidad
universal.
Que las personas puedan moverse de un lugar a otro sin
impedimentos, es decir, que puedan ir a su trabajo, al médico, a estudiar, a
realizar actividades de ocio, en una palabra, que puedan llevar a cabo sus
actividades cotidianas como cualquiera de sus vecinos. Todo ello dependerá del
tipo de acera, sea ancha o estrecha, por donde se pueda circular con una silla
de ruedas, que sean lisas y con rampas adecuadas, que los bordillos estén bien
construidos, dotar a los semáforos con voz, carteles con información en braille,
autobuses adaptados,...etc.
Todo esto no solo facilitaría moverse con comodidad
a las personas con dis-CAPACIDAD, también a todas las personas mayores, embarazadas,
con el carro de la compra, que han
sufrido algún accidente, etc. etc. Características cada vez más frecuentes en
nuestra sociedad.
Subrayar de nuevo que no sólo las personas con dis-CAPACIDAD
necesitan ciudades accesibles. El crecimiento de la edad media de los españoles
hace que cada día más personas mayores tengan dificultades de movilidad y se
encuentren verdaderos obstáculos en las calles. Un problema que aumenta a la
misma velocidad que lo hace la esperanza de vida. Por todo ello no son
concebibles las ciudades que no permitan vivir dignamente porque el entorno se
encuentre mal diseñado o los servicios no estén preparados para ello. La accesibilidad beneficia a todos.
Las ciudades universales son aquellas que también permiten
que todos los ciudadanos puedan
compartir los mismos lugares para llegar a lograr la integración e
inclusión social del colectivo de la dis-CAPACIDAD: parques con aparatos
adaptados, museos con guías especializados en dis-CAPACIDAD, colegios de
integración, centros públicos en general, adaptados y accesibles para todos.
En España se está trabajando mucho para que las ciudades y
pueblos sean universales. Es un problema
y grave, que no exista coordinación entre las diversas instituciones públicas:
por una parte la normativa a nivel nacional, autonómica y, dentro de cada
autonomía, los distintos lugares con su propia normativa. Así es difícil
avanzar en la dirección correcta y lo podemos observar en multitud de localidades.
La Unión Europea desde el 2010, celebra el Concurso de la
Ciudad Accesible organizado por la Comisión Europea y el Foro Europeo de
dis-CAPACIDAD, en el que cada año se elige la ciudad más accesible para
personas con dis-CAPACIDAD y para personas mayores. En el año 2014 lo logró la
ciudad de Göteborg (Suiza), con el lema “Una Ciudad para Todos”.
Envidiable la actitud de sus políticos y ciudadanos. ¿Por
qué lo digo? Transcribo literalmente: “esta
ciudad está desarrollando un inventario de edificios y espacios públicos para
medir la accesibilidad. Esto incluye colegios, residencias de ancianos,
bibliotecas, museos, instalaciones deportivas, parques etc. La contabilidad se
lleva a través de una base de datos electrónica, la cual está abierta a todos
los ciudadanos, de forma que puedan verificar si cierto edificio o espacio
público está adaptado a las necesidades concretas de cada uno. Además, la
autoridad de transporte de la ciudad de Göteborg ha desarrollado el
Planificador de Viaje, que permite encontrar la forma más adecuada de viajar
según las necesidades de accesibilidad concretas de cada persona. Como parte de
este proyecto han entrenado a instructores de viaje, que acompañan a las
personas que no han viajado antes en transporte público para apoyarlas hasta
que se sientan seguras para viajar solas”. Están muy lejos las actuaciones
que nuestros políticos realizan para que el mundo de la dis-CAPACIDAD, en este
país, esté a la altura que merece. Tampoco
el resto de ciudadanos estamos por la labor.
La accesibilidad no son solo las rampas ni los baños
grandes. La ciudad es un lugar para vivir
y no un espacio que te recuerde permanentemente que tienes una dis-CAPACIDAD.
Afortunadamente tenemos ciudades en España que se han
convertido en un referente y ejemplo mundial de ciudades accesibles, entre las
que figuran: Ávila que logró el máximo galardón, Logroño y Sevilla. Por otra
parte Burgos, Málaga, Valencia,
Santander, Tarrasa y otras ciudades importantes, también están luchando en el
campo de la accesibilidad, aunque sin haber alcanzado el reconocimiento de las
ciudades antes citadas. Madrid, la capital, está muy lejos de lograr ningún
reconocimiento en este sentido.
En definitiva, las ciudades han de tener una visión de
diseño para todos, que no solo pretenda adaptarse a las personas con
dis-CAPACIDAD, sino a la totalidad de sus habitantes. Este concepto o idea de
ciudad, cada día está más extendido en Europa, para atender a todas las
personas, sin distinción, porque
todos en algún momento podemos tener una dis-CAPACIDAD.
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