R. Mingo
“Todos somos iguales porque todos somos diferentes”.Esta frase, pronunciada por el eminente físico Dr. Hawking, cobra una revelante importancia y expresa hacia el mundo de la discapacidad su total reconocimiento como seres diferentes pero iguales al resto de los mortales. El derecho a la diferencia, el derecho a no esconderse de nada ni de nadie, el derecho a padecer una deficiencia desde la más absoluta dignidad, es algo que cada uno de vosotros deberéis llevar y defender con orgullo. Desde vuestra silla de ruedas, con vuestras prótesis, con muletas o con vuestra discapacidad intelectual, jamás debéis sentir el estigma de la diferencia, todo lo contrario, debéis sentiros orgullosos de dicha diferencia. Demostráis a través del deporte, y también en cualquier otra actividad, que sois capaces de alcanzar la gloria y mostrar con orgullo a la sociedad que las dificultades no existen para conquistar vuestras metas. Se me antoja que el deporte es una de las actividades más hermosas que la persona con discapacidad puede practicar, ya sea de forma lúdica, competitiva o de rehabilitación; practicado con regularidad, aumenta la autoestima y la autonomía personal, sin olvidar que también el deporte es una gran fuente de creatividad y autocontrol, beneficios todos ellos de valor incalculable para cualquier persona. Me encantaría, y aplaudiría con rabia, que la sociedad se implicara en el deporte adaptado, mostraría así su madurez. Temo que de momento tendremos que esperar y sentir la tristeza de ver los estadios vacíos. Lo que no sabe la gente es que en esos estadios, en las piscinas, en las pistas de atletismo, en cualquier cancha, los discapacitados consiguen realizar las gestas más hermosas e increíbles y también pueden ofrecer espectáculos vibrantes en los que los sentimientos afloran espontáneamente. En definitiva, y aplicado al deporte adaptado, afirmo con rotundidad que es una actividad necesaria para el ser humano y en especial para la discapacidad por cuanto es un medio de superación, diversión, compañerismo, ocupacional del tiempo de ocio que permite a estas personas salir, contactar con la gente y lograr aunque sea de manera lenta, la integración social. Para esto último los discapacitados han de luchar por un espacio digno en los medios de comunicación. Considero que los medios de comunicación deberían realizar un esfuerzo importante para acercar el mundo de la discapacidad a la sociedad. El trato que reciben los discapacitados desde los medios de comunicación nada tiene que ver con “los focos” que reciben los practicantes de deportes “normales”. Reportajes, noticias y opiniones se acumulan en todos los medios de comunicación referidos a las “hazañas” conseguidas por los deportistas sin discapacidad, a caso ¿no existen los discapacitados?, ¿dónde se informa de sus competiciones?, ¿dónde se escriben sus opiniones?, ¿en qué medios televisivos podemos ver sus imágenes? Repito, los medios de comunicación son una herramienta esencial para la socialización de nuestra sociedad hacia la discapacidad. Por todo ello es necesario una mayor atención de los medios a este colectivo de personas que también precisan unas instalaciones similares u homologables al del resto de las competiciones deportivas. Las personas con discapacidad, ni son inferiores en dignidad ni, por supuesto, merecen menos admiración y atención que el resto, más bien todo lo contrario.
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