XXVI
Campeonato Autonómico de Tenis Mesa, Xàtiva
Rafael
Mingo
No
dudo y lo digo sinceramente, de la gran capacidad organizativa del Xàtiva Club
para llevar con éxito este evento y otros de similares características. No es
esta la cuestión.
Cuando una ciudad alberga un campeonato de la importancia del
que estamos hablando, en el que tratamos de integrar e incluir a personas con
discapacidad física e intelectual, hemos de estar dotados de una especial
sensibilidad hacia este colectivo, algo que no ocurrió en esta ocasión.
Supongo
que la Federación Valenciana de Tenis Mesa les otorgó la organización de este
importante evento, pensando que tratarían a todos los participantes de igual
manera, rotundamente se puede decir que no fue así. Los deportistas adaptados
fueron discriminados desde el principio al fin de la competición. Los
normalizados, tuvieron en todo momento árbitros enviados por la propia
Federación Valenciana, los deportistas
discapacitados, fueron arbitrados por voluntarios o técnicos de los diversos
clubs que acudieron al campeonato.
Las
mejores mesas de juego las disfrutaron igualmente los normalizados, así como
también gozaron en todos los aspectos del mejor material disponible por la
organización. Los deportistas discapacitados tuvieron problemas incluso para
encontrar bolas con las que jugar su partida y el descontrol de orden de juego
fue evidente. Todo esto ocurría exclusivamente con los deportistas
discapacitados, así que Sra. Yolanda Sipán, de CAMPEONATO INTEGRADO, nada de
nada.
A alguien
se le ocurrió preguntar por la hora de entrega de premios…, qué duro resultó
escuchar la respuesta de la organización: para vosotros no hay premios, los
premios son para los normalizados; ¿dónde está la igualdad de la que se
presume?, ¿es esto justo? Y me atrevo a decir, ¿es esto legal?, ¿es esta la
mejor manera de integrar e incluir al mundo de la discapacidad?
Muchos
deportistas adaptados se marcharon del Pabellón Francisco Ballester de Xàtiva
entre gritos de indignación por el trato recibido, pues ni tan siquiera se nos
ofreció la comida que esperábamos; cada uno que se las arregle como pueda,
respuesta lapidaria de la organización.
Será
difícil volver a un campeonato de Tenis Mesa a Xàtiva, hacer 600 Km. y un gran
esfuerzo en todos los aspectos, para encontrarse con tanta miseria
organizativa, hacia el colectivo de diferentes. Al menos, nuestros jugadores
tuvieron un excelente comportamiento.