Deseo compartir con todos vosotros un hecho extraordinario, maravilloso. Jonathan Guardino,(30 años), uno de mis nadadores, ha logrado mover sincronizadamente piernas y brazos, nunca lo había hecho. Después de cinco años entrenando este movimiento técnico con él, lo ha logrado. Jonathan es un discapacitado intelectual, fuerte, robusto, trabajador y, por encima de todo, cariñoso. Jonathan ha logrado el milagro, todos los que trabajamos con él, estamos en una nube. YO SOY MÁS SUYO QUE ELLOS MÍOS.
Ramón, Jonatan en el centro y a su izquierda Álvaro |
Rafael Mingo
Jonathan es uno de mis nadadores. Es fuerte físicamente y de voluntad de hierro. Síndrome de Down, una magnífica persona y trabajador en todo aquello que realiza. Son cinco años trabajando con él la natación. Al ser un discapacitado intelectual, los movimientos técnicos que ejecuta son producto de un esquema establecido en su cerebro y por lo tanto, imposible de corregir; eso creía hasta hoy mismo, 24/02/2012. Después de cinco años, trabajando el movimiento de piernas, sincronizado con los movimientos de los brazos, Jonathan lo ha logrado. Nunca hasta hoy fue capaz de mover las piernas, solo movía los brazos. Fruto del trabajo, de la insistencia, de la tenacidad, de la voluntad, del esfuerzo…, tanto por parte del entrenador y como del propio nadador, se ha logrado. No se si se va a repetir, pero el día de hoy nunca se me va a olvidar. Ha sido un día de profundas emociones, en el que el nadador y yo hemos compartido un abrazo de emoción, complicidad, agradecimiento, estímulo, reconocimiento…, todo ello necesario para una circunstancia tan especial. Jonathan, al igual que todos mis nadadores, ha venido superando sus marcas año tras año, competición tras competición. Lo de hoy es especial, emocionante, vibrante, distinto, para guardarlo en el baúl de los recuerdos especiales, los más grandes. Verle cruzar la piscina de 25 m. en 14”93, no se puede describir, al menos yo, no puedo describirlo. Simplemente decir, INCONMENSURABLE. LOS MILAGROS EXISTEN.
Hace meses que estoy observando un proceso de transformación en Jonathan, gracias al cual está logrando avances importantes en su personalidad y en el campo deportivo. Todo esto no es producto de la casualidad sino del esfuerzo y trabajo continuos que le están llevando a la superación, venciendo todos los obstáculos y dificultades que encuentra a su paso.
“No se equivoca el ave que ensayando el primer vuelo cae al suelo…Se equivoca aquella que por temor a caerse, renuncia a volar…”
Jonathan, nunca renunciaste a volar y por ello te doy las gracias y quiero decirte que estoy orgulloso de ser tu entrenador. Lo que has logrado hoy es inmenso pero tu futuro está por llegar. Será grande, estoy seguro, como también estoy seguro que tus amigos y compañeros, con ese mismo tesón que tú tienes, también llegarán lejos. Enhorabuena a Jonathan especialmente por su logro, también al resto de nadadores por vuestra entrega y sacrificio. Sois maravillosos.